En 2024 no se celebrarán las Fiestas de las Flores de Campo Maior.
El 15 de diciembre de 2021, las "Festas do Povo de Campo Maior" fueron clasificadas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad durante la XVI Sesión del Comité Intergubernamental de la UNESCO.
La Fiesta de las Flores de Campo Maior consisten en la decoración de las calles de Campo Maior (especialmente en el Casco Antíguo) con flores de papel y otros objetos de cartón y papel, realizados por los vecinos de cada calle.
Son fiestas que no se realizan cíclicamente, sino cuando la gente lo quiere. Las últimas Fiestas se celebraron en 2015, año que marcó el regreso de este gran evento de cultura popular.
Describir estas fiestas no es tarea fácil. Les rodea un mundo de esfuerzo, dedicación y poesía, que se vuelve muy difícil de describir y transmitir. Son meses y meses de lucha, trabajo de ilusión sin límites dedicados a su preparación. Son innumerables horas, tantas veces robadas como al descanso, que todos en Campo Maior dedicamos a la preparación de esta maravillosa e inolvidable sorpresa, ese admirable y fascinante jardín de flores que aparecerá, como por encanto, en un amanecer de Septiembre.
Todas las miles y miles de flores, todas las rosas, todos los claveles, todos los tulipanes, todas las glicinas, todas las amapolas brillantes fueron preparadas con amor, cuidado y un gran espíritu de voluntad. Raro espectáculo que se nos ofrece, además de las maravillosas calles enramadas son también las encantadoras y suaves melodías – las famosas “saias” – inspiradas en cuadras sueltas y acompañadas de un ritmo vivaz y alegre con panderetas y castañuelas, que se cantan y bailan en todas las calles de Campo Maior.
Para el forastero, además de todo lo anterior, también será el vaso de agua fresca del cántaro alentejano, el banco de la acera o el atrio de las casas que tienen puertas abiertas, en un afán por brindarle momentos de descanso. Es también una elegante flor que manos femeninas colocarán en su solapa, simbolizando la consideración y amistad que la gente les dedica.
Este siempre ha sido y siempre será el Festival del Pueblo. Todo un pueblo cubierto de papel con días y noches llenos de alegría, fascinación y encanto.
LA ALMA DE UN PUEBLO
La canción dice que “En una mañana de septiembre el pueblo se despierta más bello”, pero por motivos que no simpatizan con la tradición, las últimas ediciones de las Fiestas del Pueblo o de las Flores o incluso de los Artistas, trajeron la Primavera a Campo Maior a finales de agosto.
Se pintan las casas, se marcan los lugares de los palos, cuya función es servir de esqueleto a toda la estructura, y se forman las últimas hojas de papel de donde nacerán las flores que atraen a las multitudes. Las Fiestas pertenecen al Pueblo, porque es el Pueblo quien les da la mayor contribución. Sacrifican las merecidas horas de descanso para dar forma a las flores y otros arreglos sin los cuales Campo Maior no podría transformarse, de la noche a la mañana, en el más bello de los jardines.
Todo comienza en enero (o antes), se elige al “jefe de la calle” (encargado de organizar la obra), se redacta la obra, se elige el color del papel y se inicia la obra. Por la noche, después de la cena, se reúnen en la casa de uno de los vecinos. Adultos y niños doblan, cortan y pegan papel y, en medio de conversaciones y comentarios ocasionales sobre la telenovela, comienza la magia. Nace una rosa, florece un tulipán, crece un olivo. Todas piezas únicas. Realizados casi en serie, iguales a primera vista, pero únicos, cada uno con el sello de quienes los hicieron, con sus manos y con su corazón.
Hay mucha emoción, cansancio también y, a veces, miedo a no tener todo listo para la noche de la «enramación». Pero así es, la gente hace tiempo que está acostumbrada a sufrir los nervios y las noches de insomnio que las Fiestas traen consigo, sin embargo también traen la alegría de ver el encanto en los rostros de los forasteros, maravillados ante tal manifestación del Arte Popular.
Sentir que tu trabajo es reconocido y elogiado es la única recompensa para quienes dejaron un poco de sí mismos en cada flor que formaron. Un pueblo orgulloso pasa a primer plano y, por qué no, vanidoso, una vanidad consentida por quienes aprecian el mundo de los sueños en los que han entrado y, hay que decirlo, más que merecidos.
Desde el más mínimo detalle hasta la entrada más elaborada en cada calle, todo esto nos transporta a un mundo hecho de papel y los sueños de un pueblo.
Por la originalidad, la belleza, la poesía, el arte, por todo esto y por mucho más vale la pena ver el espectáculo que son estas Fiestas, únicas en el mundo, pero portugueses, seguro.
GALERIA DE CARTAZES DAS FESTAS DO POVO