Rodeando el castillo, las murallas de la fortificación de Campo Maior atestiguan la evolución de las necesidades defensivas en la zona fronteriza.
Ampliada durante los reinados de D. João II y D. Manuel I, y posteriormente durante la Guerra de Restauración, la fortificación fue restaurada recientemente para devolverle su dignidad y grandeza.
La intervención recuperó 1600 metros de muralla y tuvo la particularidad de utilizar técnicas y métodos tradicionales, especialmente la tierra apisonada.
Los visitantes pueden recorrer la ronda amurallada de Campo Maior y conocer el Medio-Baluarte del Curral dos Coelhos, el Medio-Baluarte de Lisboa, el Baluarte de S. Sebastião y el Baluarte de Boavista.
El Baluarte de Santa Cruz, también restaurado, no se puede visitar, pero se puede ver desde el mencionado Medio-Baluarte Curral dos Coelhos, así como la zona donde se encontraba el foso de agua de la fortificación, actualmente ocupada por un conjunto de huertas privadas bastante cuidadas.
A lo largo de todo el recorrido, hay carteles con información sobre la fortificación, lo que constituye un excelente apoyo para los visitantes que deseen saber más sobre este fantástico conjunto histórico.